Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Sexo en dos mundos (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Advertimos a nuestros lectores, que por falta de tiempo
y tanto afán de difundir nuestro texto, no pasó por
la debida revisión, pues solamente se hará cuando
se lleve a la editora; por ahora les dejamos esta encomienda a
nuestros lectores, para que de manera virtual le haga los
correctivos necesarios, y así lo pueda disfrutar de manera
más complaciente.

libartm

Súplica
del cuerpo humano

AMIGO:

Ayúdeme a ayudarte.

Soy el indomable burrito que te conduce.

Es cierto que no viviría sin ti; sin embargo, es
conveniente que tú recuerdes que no crecerías sin
mí.

Reconozco ser construido de impulsos para vitalizarte
los recuerdos adormecidos en la mente.

Disciplíname.

Tengo hambre y ciento frió experimento cansancio
y me tortura la sed. Enséñeme el equilibrio,
corrigiéndome la insatisfacción.

Necesito de aseo para vivir. No me relegues al
abandono.

Mi sumisión o rebeldía dependen de tu
conducción.

No te podré servir contento si no me
enseñas la docilidad mediante el ejercicio de la
frugalidad.

Recuérdame siempre que debo vigilarme para vivir,
y no vivir para cuidarme

Nacido en la humedad, me inclino siempre, por capricho
de origen, para las bajadas resbaladizas. Muéstrame el
cielo, preséntame el sol, señálame la
naturaleza gloriosa, vestida de luz

Organizado por efecto de noble instinto, favorezco
más fácilmente tu demora en las sensaciones.
Respétame la organización y yo te ayudare en el
asenso, refinando de mi estructura.

No me perviertas mi finalidad.

Nací para servirte; no deseo ser tu
bribón.

No me relegue al vicio.

Edúcame en la fuerza de voluntad, y
atenderé inmediatamente a tu comando.

Si tú me amaras sin pasión y me
equilibraras sin crueldad, te seré esclavo fiel y
reconocido.

Y, cuando ya no te pueda ayudar, sabré callar mi
voz, retornando al suelo de donde surgí, dejándote
libre como golondrina de luz en la perenne primavera del
paraíso.

Amigo, ennobléceme para que yo te pueda salvar.
Soy tu cuerpo, obediente y sumiso, necesitado de
protección.

Enmendario Espírita Divaldo Pereira
Franco.

En el examen de
los vivos muertos

Y en el movimiento de la vida y de las criaturas en la
tierra, muchos hombres caminan muertos, ahora sumergidos en la
vida.

El sensual es un vivo — amortajado en la
carne.

El mentiroso es un vivo – muriendo en la
fantasía.

El orgulloso es un vivo— sepultado en la
ilusión.

El hipócrita es un vivo — enjaulado en la
impostura.

El egoísta es un vivo— encarcelado en la concha
de mármol de la soledad.

El incrédulo es un vivo — alucinado por el
escepticismo.

El avaro es un vivo— enclaustrado en el cofre
asfixiante de valores muertos.

El perdulario es un vivo — evadiéndose en los
excesos embriagantes de la insensatez.

El ingrato es un vivo — clausurando en la escena
mortífera del individualismo.

El creyente, cuya mente está llena de luz y las
manos vacías de hazañas, es un vivo— parasitando
en el vehículo de la fe muerta.

****

Es necesario tener cuidado con la vida que llevamos,
porque la vida llevará a todos para el encuentro con la
conciencia.

Vivos-muertos y muertos vivos se mezclan en el
tránsito de la carne para el inevitable encuentro consigo
mismos.

Es Indispensable que la autocrítica funcione como
advertencia en aquellos que desean alzar la mente a las Esferas
Más Altas de la vida, para que puedan identificar como
vivir, lo que hacen en la vida y en que posición en ella
se encuentran.

Recordemos, así, la asertiva del Señor:
"dejad a los muertos el cuidado de enterrar a sus
muertos".

Muerte y vida son solamente estaciones vibratorias para
quien está en la muerte exaltando la vida y de
quien está en la vida demorándose en la
muerte.

Enmendario ESpírita

Divaldo Pereira Franco.

En torno del
sexo

"pregunta — el Espíritu que animó el
cuerpo de un hombre puede animar el de una mujer, en una nueva
existencia, y viceversa ¿"

"Respuesta — si, pues son los mismos los
Espíritus que animan los hombres y las
mujeres."

Item n. 201, de "el Libro de los
Espíritus."

Ante los problemas del sexo, es forzoso recordar que
toda criatura trae sus temas particulares con referencia al
asunto.

Atendiendo a la suma de las cualidades adquiridas,
en el enfilamiento de las propias reencarnaciones, el
Espíritu se manifiesta en el plano físico, por las
tendencias que registra, en los recesos del ser,
vivificándose en la condición de hombre o mujer,
con forme las tareas que le incumbe realizar. Más
allá de eso, la individualidad muchas veces
independientemente de las señales morfológicas,
encierra en si extensa problemática, tratándose de
vinculaciones e inclinaciones de múltiples
caracteres.

Cada persona se distingue por determinadas
peculiaridades en el mundo emotivo.

El sexo se define de esa manera, por tributo no
solamente respetable empero profundamente santo por Naturaleza,
sin embargo exigiendo educación y control.

A través de él, se segregan fuerzas
creativas, a las cuales debemos, en la tierra el instituto de la
reencarnación, el templo del hogar, las bendiciones de la
familia, las alegrías vitalizantes del afecto y el tesoro
inapreciable de los estímulos
espirituales.

En disparate se le sustrae las manifestaciones a los
seres humanos a pretexto de elevación compulsiva, debido a
que las sugestiones del erotismo se entrañan en las
estructuras del alma, al mismo tiempo que sería absurdo
dislocarlo de su posición venerable, con el fin de
empujarlo al campo de la aventura menos digna, con la disculpa de
garantizarle la liberación.

Sexo es espíritu y vida, al servicio de la
felicidad y de la armonía del universo. Consiguientemente
reclama responsabilidad y discernimiento, donde y cuanto se
expresen, por eso mismo, nuestros hermanos y nuestras hermanas
precisan y deben saber lo que hacen con las energías
genésicas, observando con que y para que se utilizan de
semejantes recursos, entendiéndose que todos los
compromisos en la vida sexual están igualmente
subordinados a la ley de causa y efecto; y según, ese
exacto principio, de todo lo que diéramos a otro, en el
mundo afectivo, otro también no lo
dará.

Emmanuel

Es muy triste escuchar concepciones erradas respecto al
sexo de parte de una gran mayoría de seres humanos
totalmente confundidos por esos falsos profetas llamados
"Sexólogos modernos" y todos aquellos que tocan el tema de
manera irresponsable so-pretexto de modernidad, liberación
o cambios en la civilización.

No dudamos de estar viviendo en medio de una gran
mayoría de criaturas inmaduras, retardadas y hasta
perversas. Y los medios de comunicación hablados y
escritos, han sido muy eficaces para desorientar, estimular y
prostituir a la equivocada humanidad carente de Evangelio, y
valores Espirituales.

Hoy día hay carencia de autoestima, auto respeto
y lo que en otros tiempos se consideraba como virtudes y
dignidad. Hoy día, esto solamente hace parte de la
personalidad moralista de un reducido grupo de Seres
"desencajados del tiempo" según, los que se consideran
cultos, intelectuales,modernos, y actualizados. Por vanidad e
ignorancia y rebeldía es que se desconocen los valores que
nos ofrece El Evangelio, de la mano con el intelecto y la
libertad, para alcanzar los valores del alma.

La
familia

Hay pues, dos clases de familias: La familia por los
lazos espirituales y la familia por los lazos corporales. Durable
la primera; se fortalece por la purificación y se perpetua
en el mundo de los espíritus, a través de las
diversas emigraciones del alma; la segunda, frágiles como
la materia, se extinguen con el tiempo y muchas veces, se
disuelven moralmente, y asta en la actual existencia.

Del item 8, n° cap. XIV, del Evangelio según
el Espiritismo.

De todas las asociaciones de la
tierra—exceptuando naturalmente la Humanidad–Tal vez
ninguna sea tan importante en su función educativa y
regeneradora: como es la constitución de la
familia.

De semejante agremiación, en la cual dos
seres se conjugan, atendiendo a los vínculos de afecto,
surge el hogar garantizando los derroteros de la
civilización.

A través del matrimonio, una vez establecido,
funciona el principio de la reencarnación, conforme las
Leyes Divinas, posibilitando el trabajo ejecutivo de los
más elevados programas de acción del Mundo
Espiritual.

Por intermedio de la paternidad y de la maternidad,
tanto el hombre como la mujer adquieren más amplios
créditos para la vida superior.

De ahí, las fuentes de alegrías que le
surgen del ser con las tareas de la
procreación.

Los hijos son ligamentos de amor conscientizados que
les granjean protección más extensa del Mundo
Mayor, a la vez que todos nosotros integramos grupos
afines

Por eso en la arena terrestre, es justo que la
familia ya determinada, sea asistida por otras que le respiran la
misma faja de intereses afectivos. De manera idéntica, es
natural que las inteligencias domiciliadas en la Esferas
Superiores se consagren a guiar y resguardar a aquellos
compañeros de existencias, de regreso a la
reencarnación con fines de progreso y
perfeccionamiento.

EN la tierra la parentela se torna filtro de la
familia espiritual con sede en el más allá de la
vida física, manteniendo los lazos preexistentes entre
aquellos que le son afines.

La familias vinculadas en las pasadas existencias
con todos aquellos que las compone en el presente, son formadas,
así, de diversos agentes, por cuanto en ellas se
reencuentran, comúnmente afectos y desafectos, amigos y
enemigos, para los ajustes y reajustes indispensables, ante las
leyes del destino.

A pesar de eso, nos interesa reconocer que el clan
familiar se involucra inconscientemente para más amplios
conceptos de vivencias colectivas, sobre los dictámenes
del perfeccionamiento general, en cuanto se erijan siempre en la
escuela valiosa del alma.

De esa manera, en el instituto domestico tenemos una
organización de origen Divino, en cuyo seno encontramos
los instrumentos necesarios para nuestro propio embellecimiento
para la edificación de un Mundo Mejor

. Emmanuel

En verdad, muchos de los Espíritus que conforman
el círculo familiar, son almas que en pasadas existencias,
por motivos positivos o negativos se postularon para la
convivencia terrenal haciendo que la consanguinidad, aproxime y
ligue en amor a los antiguos desafectos. Empero toda regla tiene
su excepción; pues también se pueden vincular a la
familias, Espíritus que nada han tenido que ver, solamente
que el sexo practicado con liviandad e irresponsabilidad, los
vincula mediante reencarnaciones compulsivas. Tema del cual
más adelante hablaremos de manera más
amplia.

Haremos una narrativa, en este caso, concerniente a mi
propia familia, que quizá sirva como lesión para
todos aquellos que aún no tienen capacidad de
análisis sobre la familia y sus problemas.

Por lo regular las familias, hasta la generación
a la que yo pertenezco, eran muy numerosas; En nuestro caso,
fuimos diez hijos del matrimonio, cinco varones, cinco mujeres.
Otros dos extramatrimoniales por parte de mi padre, además
de haberse acabado de criar cinco nietos más que perdieron
a su madre.

Gracias a la bendita facultad de mi buena memoria, hoy
aún puedo recordar asuntos de mi vida desde muy corta
edad, tal vez cuando tenía escasos dos años hasta
estos momentos. A los tres años de edad fui llevado al
Pueblo de Villa vieja portal del desierto de la Tatacoa,
allí se encontraba la casa de mis abuelos paternos, donde
por parte de mi querido abuelo fui bien acogido, pues en adelante
nos identificamos muy afines y fui rodeado de muchos mimos por
parte de él, y atención esmerada por parte de mi
abuela, que aunque muy puntual con mi alimentación y
vestuario, no le conocí jamás una
caricia,

Con ellos permanecí escasos tres años,
pues debido al deceso de mi bienamado abuelito, fui entregado de
nuevo a mis p0adres. Aquí, empezó mi vía-
crucis. Pues me sentí desadaptado en mi propio hogar y
empezaba a comprender que el trato que se me daba era parcial
frente a mis otros hermanos, y mi abuela materna sentía
apatía por mí. Al llegar a la adolescencia,
empecé a manifestarme rebelde, y debido a mi amargura y
mis contratiempos, empezaron a surgirme pensamientos suicidas,
siempre idealizándolos como una venganza al trato que yo
consideraba injusto. A muy temprana edad me incorporé a la
vida militar como una manera de eludir el ambiente hostil de mi
familia.

Dos años más tarde regresé al seno
de mi familia, sin embargo el panorama seguía enrarecido
sumándose un desencanto amoroso, lo que me hizo tomar la
determinación de apelar al nefasto suicidio. Una noche muy
degustado y bajo los efectos del alcohol, les hice saber a mi
madre y mis hermanos que me iba a suicidar, me encerré en
mi alcoba, y me tome un raticida. Minutos después,
entré en fervorosa oración dirigida a Maria
Santísima, a ese magnánimo Ángel del cual me
sentía devoto; todavía recuerdo cómo fueron
mis apelaciones. Fue así:

–Madre Santísima!… Comprendo que acabo de
cometer un error.

–Y comprendo que merezco una terrible sanción
por mi rebeldía y mi falta de fe.

–Reconozco mi pecado y con humildad, me resigno a mis
sufrimientos.

–Y, si por algún caso, no he de morir, esta vez,
prometo no volver a hacerlo, así me encuentre en mayores
sufrimientos. Hecha esta oración mental, sobrevino el
vomito y pude comprender que la Providencia Divina y
misericordiosa con estos amparadores del bien, habían
intervenido a mi favor.

Sentí vergüenza conmigo mismo y con mi
familia; por lo tanto determiné irme muy lejos para
enfrentar la vida acompañada de acervos
sufrimientos.

Conseguí un trabajo en el que tuve la oportunidad
de servir en cuestiones de salubridad a pesar de lo
inhóspito de la región, pues fue en la
campaña ante-malarica en los sectores del Casanare, Meta,
Vichada y Vaupez. Cinco años más tarde
regresé a casa.

Pensé que la mejor manera de encontrar el
ambiente que me hiciera la vida más amable, seria
constituir un hogar para tener a quien querer y amar, y
también sentirme querido y amado.

Pasaron muchos años y el desafecto
permanecía de lado y lado. Mi padre falleció hace
ocho años y mi madre empezó a saborear la viudez
que vino acompañada de la despreocupación de hijos
y nietos que muy poco le visitaban quedando a la deriva, y a
merced, del hijo menor, que por su conducta viciosa y perversa se
dedicaba a chantajearla y hasta extorsionarla en las escasos
recursos que algunas de mis hermanas le prodigaban.

Hacia un tiempo venia reflexionando sobre el deber de
hijo para con aquella madre valiente, generosa, capaz de luchar
por la crianza de tantas hijos y nietos que en la mayoría
no supieron corresponder, y que en mi caso, a pesar de la
indeferencia que ella hubiera mantenido sobre mi, yo tenia muchas
deudas de gratitud hacia ella, pues la gestación y toda la
manutención para un espíritu que reencarno
solamente ligado a mi padre por razones kármicas como
más adelante lo expondremos; tampoco mis hermanos
tenían nexos conmigo en vidas pretéritas y
solamente con algunas de mis hermanas hubo algo de
afinidad.

Un día determiné visitar a mi madre, la
que encontré en deplorable situación anímica
y corporal, cuestión que me conmovió demasiado, y
fue por esto que resolví invitarla a habitar en nuestra
casa para encargarnos en definitiva de sus necesidades y cuidados
que por su estado de salud y edad ella requería. Yo
tenía dudas de que me aceptara la invitación, sin
embargo las cosas no fueron así. Ella me manifestó
que venia abrigando la esperanza de que alguna de sus hijas le
brindara hogar, mas sus anhelos estaban frustrados ya que todos y
todas argumentaban no tener tiempo o espacio para ella, y ya
estaban programando llevarla a un asilo o casa de ancianos. En
cuanto a mí, consideraba remota la posibilidad. Fue para
mi, verdadera sorpresa escucharle la aceptación. Me
sentí jubiloso, pues le dediqué el cariño
que ella tanto necesitaba; durante los tres largos años
que nos acompañó tuvimos la oportunidad de hablar a
cerca de Espiritismo, que por fortuna le agradaba y eso me
facilito prepararle para el paso hacia el mas allá que se
dio después de ese tiempo de convivencia. En tres
años logramos construir el amor que no fue posible en
sesenta y un años de mi existencia.

Hoy día considero que somos espíritus
amigos bendecidos por la maravillosa doctrina Espirita que nos
enseña a amar y perdonar,

Quince días después de la
desencarnación de mi progenitora, se celebraba el
día de las Madres. Esa noche, le dirigí fervorosa
oración. Después caí en pesado sueño,
para más luego verme proyectado en el cementerio
sacándola de la fosa, y cuando ella se erigió de la
tumba, vino hacia mi, me abrazó diciéndome,
—vamos para la casa. Fue en esos instantes que vi venir hacia
nosotros a mi padre ansioso de encontrarla. Lamentablemente al
despertar no logré recordar más nada, pero mis
conclusiones fueron, que esa noche habíamos contribuido
con el desprendimiento de su cadáver, que
permaneció adherido por esos quince
días,

Siete meses mas tarde tuvimos la dicha de comunicarnos
mediante el recurso de la mediumnidad de psicofonia en la que nos
agradecía esa fructífera estadía en nuestro
hogar.

Noviazgo

Mas allá de la simpatía general de
afinidad, oriunda de la semejanza que entre ellos exista, hay
entre los Espíritus afectos particulares?

Respuesta. Del mismo modo que entre los hombres;
todavía, el lazo que une a los Espíritus es mas
fuerte en la ausencia del cuerpo, por no estar mas expuestos a
las visicitudes de las pasiones

Pregunta #291 De El Libro de Los
Espíritus.

La integración de dos criaturas para la
comunión sexual comienza habitualmente en el periodo de
noviazgo que se traduce por un suave
encantamiento.

Estos se descubren mutuamente, de manera imprevista.
Con motivos y apéelos para la entrega reciproca y de
ahí se desenvuelve el proceso de
atracción

El asunto consustanciaría lo que seria
lícito considerar un "dulce misterio" si no
consideráramos en él las realidades de la
reencarnación y de la afinidad.

Inteligencias que trazan entre si la
realización de empresas afectivas aun en la
Espiritualidad, criaturas que ya compartieron experiencias en el
campo sexual en existencias pasadas, corazones que se hicieron
cómplices en delincuencia pasional en otras vidas, o Almas
inesperadamente armonizadas en la complementación
magnética, diariamente compartirán las emociones de
semejantes encuentros en muchos lugares de la
tierra.

Confirmada la simpatía mutua, es llegado el
momento del razocinio.

Por eso ocurre que es diminuto aun, en el planeta,
el porcentaje de personas, en cualquier edad física,
habituadas a pensar en términos de auto-análisis,
cuando el instinto sexual se desborda del ser.

Algunos sexólogos modernos empero
materialistas, tratando la cuestión, bajo el punto de
"vista físico" tal vez dirían que la lívido
entró en actividad con su poderoso dominio y, obviamente
nadie discordará en la tesis, en la afirmativa que atentos
debemos estar a la importancia del impulso creativo del sexo, en
el mundo psíquico, para la vida y perpetuación en
el planeta.

Es importante anotar por lo tanto, que en muchos
lances de la caminata evolutiva del Espíritu, la
influencia ejercida por las inteligencias desencarnadas en el
juego afectivo, nos referimos a las parejas de las existencias
pasadas, o más claramente, a los espíritus que se
programaron para el futuro hogar, cuya actuación, en
muchos casos, pesa en el ánimo de los enamorados,
inclinando pacíficamente afecciones raciocinadas para
súbitos matrimonios o compromisos en la paternidad y en la
maternidad. Esos enamorados son los que entonces se matriculan en
la escuela de laboriosas responsabilidades. Esto porque la
donación de si mismo a la comunión sexual, en
régimen de placer sin ponderación, no los exonera
de los vínculos kármicos para con los seres que
traen a la luz del mundo, en cuya floración al contrario
si es verdad que realizaron trabajo y sacrificio,
obtendrán también valiosa recolecta de experiencias
y enseñanzas para el futuro, si comprendieren que la vida
paga en amor todos aquellos que les reciben con amor las justas
exigencias para la ejecución de sus objetivos
esenciales.

Emmanuel

El noviazgo es un periodo de muchas contravenciones y
definiciones y hasta confuso.

Y En la gran mayoría de los noviazgos, las
parejas pretenden aparentar virtudes que no tienen Y tratan de
esconder defectos y ponen en juego los formalismos, la falsa
ética y hasta una prefabricada etiqueta, que en algunos
momentos escapan de los engañosos propósitos como
se dice, los "traiciona el subconsciente", dejando entrever la
legítima personalidad, que de manera esporádica y
hasta frecuente, causa desavenencias y decepciones. Sin embargo,
es ya en la vida matrimonial que los llamados esposos se desnudan
en su realidad espiritual y su verdadera personalidad, queriendo
cada uno imponer sus arquetipos y paradigmas; pues salen a flote
los gustos los anhelos y las decepciones. Aquí, es donde
cave un adagio muy popular que dice: "por ahora donde te pongo, y
más luego, donde te jóndio".

Luego vienen los hijos que en algunos casos interligan a
las parejas para nuevos compromisos en una futura realidad de
convivencias.

Ambiente
Doméstico

"Frecuentemente, el Espíritu renace en el
mismo medio en que ya vivió, estableciendo de nuevo
relaciones con las mismas personas, a fin de reparar el mal que
les haya hecho. Si reconociese en ellas a quienes odiara,
quizá el odio se le despertaría otra vez en su
fuero íntimo. De tal manera, el se sentiría
humillado en presencia de aquellas a quien hubiese
ofendido".

Del Item 11, cap. V de "El Evangelio según el
Espiritismo".

En la comunión de dos seres para la
organización de la familia, prevalece el compromiso de
asistencia no solo del uno para con el otro, si no también
para con los hijos que proceden de los lazos
afectivos.

No poseemos todavía en la tierra institutos
destinados a la preparación de la paternidad y de la
maternidad responsable. La evolución y el
perfeccionamiento de las ciencias psicológicas de hoy,
pueden garantizarnos en el futuro semejante
evento.

Identifiquemos en el hogar la escuela viva del
alma.

El Espíritu, cuando retorna al Plano
Físico, ve en los padres las primeras imágenes de
Dios y de la Vida.

En la templada estructura del nido doméstico,
germina en el ser los primeros pensamientos y las primeras
esperanzas. No le será del todo, tan fácil seguir
adelante con los ideales de la niñez, a la vez que el
equipo familiar habitualmente se aglutina siguiendo los desastres
sentimentales de las existencias pasadas, debilitándosele
los componentes los disturbios de la afección posesiva y
traduciéndose por ternura descontrolada y odio manifiesto
o simpatía y aversión
simultáneas.

Padres inmaduros, desde el punto de vista
espiritual, comúnmente se infantilizan en el tiempo exacto
del trabajo más grave que les compete, en el sector
educativo, y al contrario de guiar los pequeñitos con
seguridad para el éxito en su nuevo desenvolvimiento en la
estadía de la reencarnación, contrariándoles
los problemas, ahora tratando las infantes como si fuesen
personas adultas o tratando los hijos adultos como se fuesen
criaturas infantiles.

Estableciendo el desequilibrio, irrumpen los
conflictos de envidia y rebeldía, narcisismo y crueldad,
que asfixian las plantas de la comprensión y de la
alegría en el terreno casero, trasformándolo en
espinero magnético de vibraciones contradictorias, en el
cual los enigmas emocionales, trazados del pretérito,
adquieren aspecto casi insoluble.

De ahí la importancia que transcurre de los
conocimientos alusivos a la reencarnación, en las bases de
la familia, con pleno ejercicio de la ley de amor en los recesos
del hogar, para que el hogar no se convierta, de bendita escuela
que es, en un núcleo neurótico, albergando
molestias mentales difícilmente
reversibles.

Emmanuel

Hace tres décadas acá, la Iglesia
Católica instauró un programa llamado
CURSO

PREMATRIMONIAL, requisito obligatorio para las parejas
que buscan consorciarse mediante el ceremonial Católico.
Lamentablemente, por carecer de la enseñanza sobre la
reencarnación y ley de causa y efecto, no es lo
suficientemente eficaz y orientador para aquellos que buscan
constituir familia.

Educados bajo estos conocimientos netamente cristianos,
Padres he Hijos alcanzarían grandes éxitos de
convivencia y progreso moral; también se evitarían
muchos divorcios suicidios y otros terribles desastres que suelen
darse en esos hogares desorientados.

Los más comprometidos ante la ley Divina son los
padres negligentes, atenidos a que sus hijos sean educados en el
colegio o escuela, o quizás la empleada doméstica.
Además se suman los malos ejemplos de padre y madre, y en
la posteridad, estarán protestando alarmados, y algunos
reaccionando de manera inapropiada para corregir, lo que ya
prácticamente es imposible de alcanzar, debido a que las
estrategias psicológicas acompañadas de amor y
paciencia solo tienen contundencia en la infancia, antes de
entrar a la adolescencia y la pubertad.

Y es aquí que cabe la sentencia que dice: educa
al niño y no castigaras al hombre.

Energía
Sexual

"pregunta __ es la misma fuerza que une los
elementos de la antimateria en los cuerpos orgánicos y en
los inorgánicos?"

"respuesta__ Si, la ley de atracción es la
misma para todos."

Item n° 60 de "el Libro de los
Espíritus".

La energía sexual, como recurso de la ley de
atracción, en la perpetuidad del Universo, es inherente a
la propia vida, generando cargas magnéticas creativas de
la cual se reviste.

En los seres primitivos, situados en el atraso de la
emoción y del raciocinio, y aún en todas las
criaturas que se demoran voluntariamente a nivel de los
violentos, la descarga de semejante energía se opera
desconsideradamente. Por eso, les cuesta resultados angustiosos
con acumulados para largo tiempo de fijación en
existencias menos felices, en las cuales la vida, mucho y/o poco
a poco, enseña a cada uno que ninguno debe abusar de
alguien sin acarrear perjuicio a si mismo.

A medida que la individualidad evolucione, no en
tanto pasa a comprender que la energía sexual envuelve el
impositivo de discernimiento y responsabiliza en su
aplicación, y que por eso mismo, debe estar controlada por
valores morales que le garantizan el empleo digno, ya sea en la
forma física aseguradora de la familia, o en la
creación de obras beneméritas de la sensibilidad y
de la cultura para
la reproducción y extensión
del progreso y de la experiencia, de la belleza y del amor,
en la evolución y perfeccionamiento de la vida en el
planeta.

A través de la poligamia, el espíritu
asimila a si mismo larga marcha en existencias y más
existencias sucesivas de reparación y aprendizaje, en cuyo
transcurso adquiere la necesaria disciplina de su mundo
emotivo.

Fatigado de experimentos dolorosos, en los cuales
recoge el fruto amargo de la delincuencia o del desespero que
haya establecido en los demás, reconoce en la monogamia el
camino cierto de sus manifestaciones afectivas. Atento a eso,
identifica en la criatura a que se le afina con los
propósitos y aspiraciones el compañero o la
compañera ideal para la comunión
sexual.

Susceptible de si mismo poder granjear el preciso
equilibrio y capaz de poder revitalizar las fuerzas con que se
pone en la pista del trabajo imprescindible a la propia
evolución.

En ningún caso, nos ha sido lícito
subestimar la importancia de la energía sexual que, en la
esencia, vierte de la Creación Divina para la
constitución y sustentación de todas las
civilizaciones de la tierra que se levantarán , llegando
al hombre preciosa herencia en el viaje para la
sublimación definitiva, entendiéndose, que criatura
alguna , en el plano de la razón, se utilizará de
ella, en las relaciones con otras criaturas, sin consecuencias
felices, o infelices, constructivas o destructivas, conforme la
orientación que se le dé.

Es muy común ver a individuos comprometidos
maritalmente con otra u otras mujeres, en algunos casos bajo el
conocimiento de las concubinas, con mucho cinismo y de manera
desvergonzada; y en otras situaciones aplicando los ardiles del
engaño, como también coaccionando, chantajeando, y
en algunos casos mostrándose como personajes temerarios o
indispensables por su poder económico, político,
laboral, religioso o social.

Son criaturas que nos hacen recordar al macho dominante
de la manada salvaje, que se quiere imponer como absoluto,
acaparadores, mezquinos y egoístas que no sienten amor por
nadie; en ellos solamente existe el apetito sexual, sin medir
consecuencias ni cuanto daño hagan al sentimiento humano.
Por otro lado también tenemos aquellas mujeres
acostumbradas a seducir al individuo casado o comprometido en el
ministerio del hogar, son hábiles y especializadas en
destruir hogares, en algunos casos porque son tan sensuales y
aparentadoras, y en otros, porque les domina el interés
económico; es decir, ambiciosas e interesadas. Algunas no
se comprometen en noviazgos o convivencias, pues según
ellas necesitan ser libres para llevar su vida sexual prepago,
sin que nadie les reclame fidelidad y disciplina.

En estos últimos tiempos la infidelidad y la
promiscuidad crecen a pasos agigantados, pues ya vivimos en el
más terrible caos moral. ¿No cree usted que las
telenovelas, algunos programas de farándula, la
pornografía, el enfoque errado sobre el modernismo y la
ausencia de evangelio sean las principales causas de estos
flagelos que afectan en algunos casos a seres primitivos y en
otros, a civilizados pervertidos?

Afortunadamente dentro de las Leyes Divinas, existen dos
grandes maestras: el tiempo para alcanzar la saturación, y
el dolor.

Es en estos actos de sensualidad irresponsable que el
ser humano incorpora los bacilos que en la presente existencia o
en futuras reencarnaciones, vendrán a padecer las
terribles enfermedades en el aparato reproductivo, tales como:
cáncer de próstata, de testículos,
sífilis, sida, inhibiciones y otros tantos inconvenientes
que se manifiestan a consecuencia de nuestra indisciplina e
irresponsabilidad. También igualmente en la mujer con sus
padecimientos de cáncer en su aparato genital o desordenes
genitales como frigidez flujos y otros síndromes de
diverso orden.

Gran parte de los seres humanos se han fijado la idea,
de que el mayor objetivo de la vida es disfrutar de las pasiones,
sobre todo, el sexo; pues procurar hijos, complican otros
intereses como es el de conseguir dinero, y tiempo para disfrutar
en paseos, hacer turismo y otras tantas comodidades que el mundo
pagano y profano ofrece.

Emmanuel

Recordar vivencias en la espiritualidad durante el
sueño, es extraordinario.

Damos gracias a Dios y a nuestros amparadores
Espirituales por las oportunidades de aprendizaje mediante la
facultad mediumnica.

En una ocasión encontrándome proyectado en
el mas allá, me vi caminando hacia la estación
ferroviaria, que hoy día está clausurada; pues
desde hace algún tiempo ya no contamos en la Ciudad de
Neiva con ese servicio. No obstante, en la Espiritualidad si se
encuentra vigente ese servicio. Fue por eso que observé
cuatro filas muy largas conformadas por individuos en la gran
mayoría jóvenes, en la espera de un tren que los
llevaría a otro lugar para emprender un viaje mucho
más largo.

Observé el estado anímico de estos
viajeros; me hacían recordar los tiempos de mi infancia y
la adolescencia cuando en la escuela programaban excursiones o
paseos y nos sentíamos jubilosos y ansiosos por el momento
de la partida. Me vi en la necesidad de cruzar las filas,
pidiéndoles permiso, que de manera espontánea me
concedían. De antemano yo estaba enterado de que todos
estos seres desencarnados habían sido maleantes
fornicadores, promiscuos, raponeros, en fin, delincuentes
consumados.

Después de haber cruzado las filas de más
o menos cuatrocientos sujetos que las conformaba, me
dirigí al recinto que en otros tiempos funcionaba como la
cafetería de la estación; pues ya no era
cafetería, era una sala de espera. Allí se
encontraban unas cincuenta mujeres, de esas que en la tierra
habían ejercido la prostitución en esos lugares mas
sórdidos de las Ciudades, Entre estas observé a una
mujer de unos cincuenta años sentada de manera
descompuesta, y descansando los pies sobre una mesita de centro.
Ellas se encontraban también en el mismo estado
anímico que el de los hombres. Me dirigí a la
referida dama para formularle una pregunta:

—¿No siente usted tristeza viajar tan lejos y
demorándose tanto tiempo sin contactar a su familia? Ella
respondió: —y acaso cuando estuve en la tierra, eso me
preocupó, o a mi familia le hice falta? Yo le hacia esa
pregunta porque sabía que viajarían hacia otro
planeta para continuar su proceso evolutivo que la tierra ya no
les puede brindar. Otra cuestión que sabía es que
ellos eran conscientes de su exilio, empero ya habían
pasado por largos años de sufrimientos en esos lugares del
astral inferior, preparados y conscientizados de esa necesidad en
provecho propio.

Momentos después me reuní con mi esposa
para retirarnos del lugar movilizándonos en una
motocicleta en duro color rojo, la cual creí no encontrar
en el lugar donde la había dejado parqueada, debido a la
calidad de seres que allí se congregaban. De todos modos,
sentí pesar por todos estos seres encaminados al exilio,
pues no vi esto como un castigo, pero si como medida necesaria y
adecuada para la evolución de un gran sector de la
humanidad.

Compromiso
afectivo

El deber íntimo del hombre queda entregado a
su libre albedrío. El aguijón de la conciencia,
guardián de la integridad interior, advierte y sustenta;
empero, muchas veces se muestra impotente delante de los sofismas
de la pasión. 347Fielmente observado, el deber del
corazón eleva al hombre; por eso, como determinarlo con
exactitud? Donde comienza el? El deber comienza siempre, para
cada uno de vosotros, desde el punto en que amenazáis la
felicidad o la tranquilidad de vuestro prójimo; acaba en
el limite que no deseáis que ninguno trasponga con
relación a vosotros".

Del item 7, cap. XVII, de "El Evangelio según
el Epiritismo"

La guerra efectivamente flagela la Humanidad,
sembrando terror y mortandad entre las naciones; por lo tanto, la
afección erradamente orientada, a través del
compromiso escarnecido, cubre al mundo de
víctimas.

Quien estudie los conflictos del sexo, en la
actualidad de la Tierra, admitiendo la civilización en
decadencia, tan solo examinando las arbitrariedades que se
Practican en nombre del amor, auque no entendamos que los
problemas del

Equilibrio emotivo son, hasta ahora y en todos los
tiempos, de la vida planetaria.

Las leyes del Universo nos esperan durante muchos
milenios, mas terminarán por inscribiesen de por si los
caracteres de luz, en nuestras propias conciencias. Y esas leyes
determinan que amemos al prójimo como a nosotros
mismos.

Para que no seamos motilados psíquicos, nos
urge no mutilar al prójimo.

En materia de afectividad, en el transcurso de los
siglos, innumerables veces disparamos en la dirección del
narcisismo y, estirados en la aberración del placer
estéril, atropellamos sentimientos ajenos impeliendo
criaturas estimables y nobles a procesos de angustia y
criminalidad, después de prenderlas a nosotros mismos con
el vínculo de promesas brillantes, de las cuales nos
descartamos en movimiento imponderable.

A la vez que determinada persona convide a otra a la
comunión sexual o acepte de alguien un apelo en este
sentido, en bases de afinidad y confianza, se establece entre
ambas un circuito de fuerzas por el cual el doble se alimenta
psíquicamente de energías espirituales, en
régimen de reciprocidad.

Cuando uno de los comprometidos huye al compromiso
asumido, sin razón justa, hiere al otro en la
sustentación del equilibrio emotivo, sea cual fueren las
circunstancias en que ese compromiso venga hacer efectuado.
Creada la ruptura en el sistema de permutas de las cargas
magnéticas de manutención, del alma para el alma,
el compañero perjudicado, si no dispone de conocimientos
superiores en la auto-defensiva, entra en pánico, sin que
se le pueda prever el descontrol que, muchas veces, raya en la
delincuencia. Tales resultados de la imprudencia y de la
in-vigilancia repercuten en el agresor, que partirá de las
consecuencias desencadenadas por él mismo,
debilitándosele el camino y sementera compartida de
conflictos y frustraciones que acarreará para el
futuro.

Sabemos que la Justicia Humana combina puniciones
para los actos de pillaje en la esfera de las realidades
objetivas, considerando la responsabilidad y el respeto de los
intereses ajenos, no en tanto, los legisladores terrestres
percibirán igualmente, un día, que la justicia
Divina alcance también los contraventores de la Ley de
Amor y determina que se le instale en las conciencias los
reflejos del saqueo afectivo que perpetuarán para los
demás.

De ahí la certeza clara de que no escaparemos
de las ecuaciones infelices de los compromisos de orden
sentimental, injustamente menospreciados, que rescataremos en
tiempo hábil, partícula a partícula por la
contabilidad de los principios de causa y efecto. Reencarnados
que estaremos siempre, en ese sentido, hasta exonerar al propio
Espíritu de las mutilaciones y conflictos efectuados en el
clima de la irreflexión; aprenderemos en el cuerpo de
nuestras propias manifestaciones o en el ambiente de la vivencia
personal, a través de la penología sin
cárcel aparente, que nunca lesionaremos a otro sin
lesionar a nosotros mismos.

Emmanuel

Cuantos ejemplos hemos encontrado mediante nuestros
largos años de vida como encarnados. Mujeres continuamente
engañadas, burladas y maltratadas en muchos aspectos,
igualmente hombres pasando por idénticas circunstancias.
Aquí tenemos a los tránsfugas e insensibles del
pasado recogiendo su cosecha cargada de espinos y dolor. Como
hasta ahora la tierra viene siendo una incubadora de
Espíritus, no faltaran Almas nuevas irresponsables e
insensibles que el destino colocará en nuestro camino,
para que nos sirvan como verdaderas pruebas para sanearnos y
alcanzar la redención. Empero además de esto,
también es posible venir con cambio de género
sanción que se recibe con mucha amargura, cuando ya
estamos acostumbrados a explotar y abusar de nuestras dotes y
ventajas en ese género.

Que equivocación tan grande cuando creemos que
nuestros actos de infidelidad no son descubiertos; por algo el
proverbio que dice: las paredes tienen oídos. Y en el
Evangelio encontramos esa máxima que dice: ni la
caída de la hoja de un árbol la ignora
Dios.

Se nos olvida que en la espiritualidad que involucra al
mundo de los encarnados, hay cualquier cantidad de
espíritus observándonos, atestiguando para
más luego informar al conyugue traicionado,
cuestión que más luego al despertar bien sea que
recuerde o no, se traduce en el desánimo, apatía, y
mal humor en la persona que durante el sueño
recibió la información.

Recomendamos la lectura del Libro CRISTO ESPERA POR TI
Waldo Vieira. 1° Edición 1965

Casamiento

" pregunta ___ será contrario a la
ley de la Naturaleza el casamiento, esto es la unión
permanente de dos seres?

"respuesta ___ es un progreso en la marcha de la
Humanidad".

Item 695 de "El Libro de los
Espíritus"

El casamiento es la unión
permanente de dos seres, como es obvio, implica el régimen
de vivencia por el cual dos personas se confían en
asistencia mutua.

Esa unión refleja las Leyes
Divinas que permiten la constitución de pareja unidos para
el desenvolvimiento de la vida.

Por eso es importante que, la
unión se base en la responsabilidad reciproca, a la vez
que en la comunión sexual un ser humano se entregue a otro
ser humano,

Y es por eso que no debe haber
cualquier tipo de desconsideración entre
si,

Cuando las obligaciones mutuas no son
respetadas en el ajuste, la comunión sexual injuriada o
pérfidamente interrumpida, genera dolorosas repercusiones
en la consciencia, estableciendo problemas kádmicos de
solucionar por cuanto nadie hiere a alguien sin herirse
así mismo.

Indiscutiblemente, en los Planos Superiores la
vinculación entre parejas es espontánea, compuesta
en imantación de afinidad ineludible.

En la Tierra del futuro, los nexos efectivos
obedecerán a idéntico principio y, por
anticipación; millares de criaturas ya disfrutan en el
propio estado de encarnados de esas uniones ideales, en que se
ungen psíquicamente una al otro, sin necesidad de la
permuta sexual, más profundamente considerada, con el fin
de apoyarse mutuamente en obras preciosas, en la esfera del
Espíritu.

No en tanto sucede que, millones de almas, detenidas
en la evolución primitiva, yacen en el planeta, arraigadas
a débitos escabrosos, frente a la ley de causa y efecto
aun inclinadas al desequilibrio y al abuso, exigen severos
estatutos de los hombres para la regulación de los
intercambios sexuales que les exigen respeto, con el fin de que
no se tornen salteadores impunes en la construcción del
mundo moral.

Los debitos contraídos por legiones de
compañeros de la Humanidad, portadores de entendimiento y
verdad para los temas de amor, determinan la existencia para
millones de uniones supuestamente infelices, en las cuales la
reparación de faltas pasadas confiere a numerosos ajustes
sexuales, sean o no encubiertos por los beneplácitos de
las leyes humanas; el aspecto de ligazones claramente expiatorias
con base en el sufrimiento purificador, de cualquier manera, es
forzoso reconocer que no existen en el Mundo conjugaciones
afectivas, sean ellas cual fueren, sin raíces en los
principios karmicos, en las cuales nuestras responsabilidades son
esposadas en común

. Emmanuel

La permuta sexual en las parejas tiene fines sagrados y
sublimes. Entre estos la procreación, como también
en que el impulso sexual un día se trasmute en el
verdadero Amor. Cuando esto se alcanza, en cierto modo la
misión está cumplida. Pues los enemigos del pasado
seguirán siendo seres bienamados y constituyéndose
en la familia Universal; en algunos casos, en adelante, haciendo
parte del árbol genealógico o colocado como unos de
los buenos y amados amigos dentro de la sociedad terrena o
espiritual.

No existen razones para que consideremos a la pareja
como si fuese patrimonio eterno. Nadie fue creado para pertenecer
indefinidamente a alguien; solamente a Dios. Nuestras
convivencias maritales, frente a las sucesivas existencias son
simplemente préstamos temporales, como ya lo venimos
explicando.

¿Y en que quedan los celos de aquellas personas
inseguras, egoístas y posesivas? No será bueno que
tomemos atenta nata a las enseñanzas Espiritas para mas
tarde no pasar por acervos sufrimientos? Cuando el Amor y los
sentimientos alcancen tópicos de universalidad, estaremos
disfrutando de las dádivas del verdadero Amor.

Cuando decimos que nadie esta postulado a compartir
existencias indefinidamente, es porque nosotros como peregrinos
de los mundos físicos, durante ese milenario caminar, por
nuestra irresponsabilidad e inmadurez, afectamos a muchas almas
del sexo opuesto, quedando comprometidos para la
reparación en futuras existencias, y solamente en la
medida en que nos pongamos a paz y salvo con las personas
afectadas, podemos decir que hemos alcanzado la paz interior, y
la dicha de que quien conviva con nosotros, sea la persona ideal
para hacernos sentir verdaderamente felices, sin que sea
necesaria ya la permuta sexual; empero si, el amor
sublimado.

En algunas de las conversaciones intimas efectuadas con
mi esposa, hemos llegado a la conclusión, de que la mejor
manera de culminar nuestros compromisos kármicos, es
haciendo el esfuerzo de convivir hasta el final, en la mayor
comprensión y cordialidad, ya que ella aunque cumplidora
de sus deberes de esposa y madre, y sin yo tener algún
reproche de infidelidad, tristemente no disfruté de
caricias y mimos, como contrariamente yo lo hago, sin encontrar
receptividad de su parte. Pienso que de todos modos he logrado
amarle, al punto de desearle a ella, que en su próxima
reencarnación comparta su vida marital con alguien que le
inspire cariño y que igualmente sea bien estimada. Yo me
conformaría con que fuera mi hija o mi madre, tal vez una
hermana querida o una buena amiga, Y de mi parte:

–Dios Mió! Si mis culpas me condenan a no
disfrutar de una compañera dulce y cariñosa, al
menos que yo sea consciente para aceptar mi karma para no tener
reparos en otras mujeres, y no comprometerme en más
adulterios o cualquier tipo de aventura sexual que aún me
comprometa más.

Divorcio

El divorcio es ley humana que tiene por objeto
separar legalmente lo que ya, de hecho, esta
separado.

No es contrario a la ley de Dios, pues apenas
reforma lo que los hombres han hecho y solo es aplicable en los
casos en que no se tuvo en cuenta la Ley Divina.

Del iten 5, del cap. XXII, Del Evangelio Según El
Espiritismo.

Partiendo del principio de que no existen uniones
conyugales por el acaso, el divorcio, en rigor, no debe ser
aplaudido o estimulado por nadie.

Es ahí, en los lazos matrimoniales definidos
en las leyes del mundo, que se operan perfeccionamientos y
reconciliaciones dirigidas para la precisa sublimación del
Alma.

El casamiento será siempre un instituto
benemérito, acogiendo, en el límite flores de
alegría Y esperanza, aquellas que la vida aguarda para el
trabajo de su propio perfeccionamiento y perpetuación. Con
él, el progreso gana nuevos horizontes y la ley del
renacimiento alcanza los fines para los cuales se
encamina.

Ocurre por lo tanto, que la sabiduría Divina
instituye más principios de violencia, y el
Espíritu, en cuanto agrave en muchas situaciones os
propios débitos, dispone de la facultad de interrumpir,
retroceder, modificar, discutir o adelantar transitoriamente, el
desempeño de los compromisos que abraza.

En muchos lances de la experiencia, es la propia
individualidad, en la vida del espíritu, antes de la
reencarnación que se programa para el consorcio aunque
difícil en las estancias de la vida física,
llamando así al parejo o pareja de pretéritas
existencias para los ajustes que les apaciguaran las
consciencias, a consecuencia de errores perpetuados en otras
épocas. Reconducida entonces, a la nueva jornada terrestre
y asumida la unión esponsalicia que atrajo así
misma, hela desanimada en fase de los comienzos que se le
desdoblan al frente. A veces el compañero o la
compañera vuelven al ejercicio de la crueldad de otros
tiempos,

Sea a través del menos precio, irrespeto,
violencia o deslealtad, el conyugue perjudicado no siempre
encuentra recursos en si para sobreponerse a los procesos de
dilapidación moral de la cual es victima

Compelidos, muchas veces, a las ultimas fronteras de
la resistencia, es natural que el esposo o la esposa, relegados a
sufrimientos indebidos, se apele al divorcio por medida extrema
contra el suicidio o el homicidio, u otras calamidades que les
complicarían aun más el destino. En esos lances de
experiencias, surge la separación como manera de
bendición necesaria, y el conyugue perjudicado encuentra
en el tribunal de la propia consciencia el apoyo moral de la auto
probación para renovar el camino que le indique respeto,
acogiendo o no nueva compañía para la jornada
humana.

Es obvio que no nos es licito estimular el divorcio
de manera alguna, competiéndonos solamente, en ese
sentido, reconfortar y reanimar los hermanos en lid, en los
matrimonios de probación, con el fin de que se sobrepongan
las propias susceptibilidades y aflicciones, venciendo las duras
etapas de regeneración o expiación que suplicaran
antes del renacimiento en el plano físico, en auxilio a si
mismos, aun así, es justo reconocer que la esclavitud no
viene de Dios y nadie posee el derecho de torturar y someter a
nadie en fase de las leyes eternas.

El divorcio, pues, basado en razones justas, es
providencia humana y claramente comprensible en los procesos de
evolución pacífica.

Efectivamente, enseñó Jesús:
"no separéis lo que Dios juntó", y no nos cave
interferir en la vida de conyugue alguno, con la intención
de librarlo de la obligación a que se comprometió.
Sucede que si no nos incumbe separar aquellos que las Leyes de
Dios reunió para determinados fines, son ellos mismos los
que se enlazaron por los vínculos del matrimonio, que
desean la separación entre si, correspondiéndonos
únicamente la obligación de respetarles la libre
escogencia sin herirles la decisión.

Emmanuel

Es una lástima ver parejas que llegan a su
Iglesia, al juzgado o cualquier otra institución, a
legalizar su unión matrimonial; como también a
otros que optan por la unión libre haciendo promesas de
amor eterno.

Tristemente, muchos de estas Almas frágiles,
llenas de orgullo, ambiciones materialistas o liviandad, no van
muy lejos en la convivencia, pues terminan de manera
irresponsable e injusta, aquel emprendimiento que se creía
seria una verdadera panacea de amor.

Cada día es mayor el porcentaje de uniones
fracasadas; esto porque, él no me cumplió con el
confort que me prometió, o porque resulto promiscuo,
vicioso, tal vez de mal carácter, o no nos comprendimos o
no nos satisfacíamos en las relaciones
sexuales.

Por otro lado, ella perdió los encantos, o
atributos de belleza, porque se tornó incomprensible,
descuidada en sus quehaceres hogareños, por infidelidad, o
muchas otras razones. Y en algunas oportunidades se les pregunta
por su media naranja, y estos responden muy desairados
argumentando que se liberaron de ese yugo, que se había
convertido en terrible pesadilla, y que no quieren saber nada
más de esa terrible criatura. Pues bien: por esta
reencarnación todo podrá ser así. Empero
lamentablemente, quedan postulados para más encuentros en
futuras reencarnaciones; hasta que un día, el Amor Puro y
Santo reine en sus corazones para así poder concluir, de
manera digna, los compromisos mutuos y quedar listos para nuevas
convivencias con otras criaturas que se encuentran en turno, para
sanear desafueros de otras vidas. Es por esto que todos nosotros
contamos con inmenso número de familiares y parientes de
otras vidas, además de aquellos otros con quienes nos
vincularemos en el futuro.

Nos dice Andre Luys, en el libro Sexo Y Destino,
psicografiado por Chico Xavier y Waldo Vieira, obra dictada
cuatro décadas atrás, que de cien parejas
comprometidas en la tierra maritalmente, escasamente el veinte
por ciento cumplen de manera exitosa sus compromisos, otro
treinta por ciento de manera regular, y un cincuenta por ciento
es un fracaso total teniendo encuesta que entre estos
últimos algunos son reincidentes. Comprendamos que estas
estadísticas son de cuarenta años atrás,
cuando la humanidad no se encontraba en el gran caos moral como
sucede hoy día.

Unión
infeliz

¿Cual es el objeto de la
reencarnación?

Respuesta: Expiación, mejoramiento
progresivo de la Humanidad. ¿Sin esto, donde
estaría la justicia?

Iten n° 167 de El Libro De Los
Epíritus.

Dolorosa, sin duda, la unión que se considera
desdichada. Es obvio, que no es obligación soportar a
contra gusto, la truculencia o el peso de alguien,
ponderándose que todo Espíritu es libre en su
pensamiento para definirse, en cuanto a sus propias resoluciones.
Por esto es necesario que haya equilibrio suficiente en las
parejas ungidas por el compromiso afectivo, para que no pierdan
la oportunidad de construir la verdadera
liberación.

Indiscutiblemente, los debitos que abrazamos son
anotados en la Contabilidad de la vida; Todavía, antes que
la vida los registre por fuera, grava en toda la
extensión, el monto y las características de
nuestras faltas.

La piedra que lanzamos a nuestro prójimo tal
vez no vuelva hacia nosotros como piedra, empero permanece en
nosotros traducida en el sufrimiento. En cuanto no se remueva la
causa de las angustias, los efectos de ellas perduraran siempre,
en cuanto no se extinga la molestia en el origen del mal, de
manera definitiva.

En los vínculos terrenos, encontramos las
grandes alegrías; sin embargo, es dentro de ellas que
somos habitualmente enfrentados por las más duras
pruebas.

Esto, por que ahora no percibimos de inmediato.
Recibimos casi siempre, en el compañero o en la
compañera de la vida intima, los reflejos de nosotros
mismos.

Es natural que todas las conjunciones afectivas en
el mundo se nos figuren como siendo encantados jardines,
enaltecidos de belleza y perfumes, recordando libros de
educación, cuyo prefacio nos eleva, con la
exaltación de los objetivos por alcanzar. La existencia
física, por lo tanto es proceso específico de
evolución en las áreas del tiempo, y así
como el alumno no obtendrá ninguna ventaja de la escuela
si no pasa de los adornos exteriores del plantel en que se
matricula, pues el espíritu encarnado ningún
provecho tomaría del consorcio, en caso que pretendiese
estacionarse en el éxtasis del noviazgo.

Los principios kármicos se desenvuelven con
el tiempo. Pruebas, tentaciones, crisis salvadoras, o situaciones
expiatorias surgen en la ocasión exacta, en el orden que
se nos recapitulan oportunidades y experiencias como ocurre con
la semilla que, debidamente plantada, ofrece el fruto a su debido
tiempo.

El matrimonio puede ser precedido de dulzura y
esperanza, mas eso no impide que los días subsiguientes,
en su incesante marcha, traigan a los conyugues los resultados de
las propias creaciones que dejaron atrás.

El cambio espera a todas las almas en los caminos
del Universo, con el fin de que la renovación nos
perfeccione.

La joven seductora que hoy nos fascina, para la
comunión afectiva, en muchos casos tal vez será
mañana la mujer transformada, capaz de imponernos
dificultades enormes para la consecución de la
infelicidad; sin embargo esa misma joven, fue en el pasado, en
existencias ya transcurridas—la victima de nosotros mismos,
cuando le infligimos los golpes de nuestra propia deslealtad o
inconsecuencia, convirtiéndola en mujer temperamental o
infiel que ahora nos cave relevar y rectificar. El joven
distinguido que atrae presentemente a la compañera para
los lazos de comunión más profunda, Probablemente
muchas veces será el hombre cruel y desorientado,
susceptible de contrariarla a cargar todo un calvario de
aflicciones. Incompatible con los deseos de ventura que le
palpita en el alma.

Ese mismo joven atractivo, fue en el
pretérito—en existencias que ya ocurrieron—la
víctima de ella misma, cuando desordenada y caprichosa le
deterioró el carácter, metamorfoseándolo en
hombre vicioso o fingido que le compete tolerar y
reeducar.

Cada vez que amamos a alguien y nos entregamos a
alguien, en el ajuste sexual, ansiando por no desligarnos de esa
compañía, para después— sorprender con
defectos y malos hábitos que antes no observábamos,
es porque estamos al frente de Espíritu anteriormente
dilapidado por nosotros, para herirnos justamente en la manera
que la perjudicamos, en el pasado, no solo viene a cobrarnos el
pago de verdaderas cuentas, mas sobre todo, a implorarnos
comprensión y asistencia, tolerancia y misericordia, para
que se rehaga con las leyes del destino.

La supuesta unión infeliz cesa; por lo tanto,
como una cárcel de lagrimas para ser una correccional
bendita, donde el espíritu equilibrado y afectuoso, lejos
de abrazar la deserción, acepta siempre en lo posible, el
compañero o la compañera que mereció y que
necesita, con el fin de sanearse con la ley de causa y efecto,
liberándose de las sombras de ayer para elevarse, en
silenciosa victoria sobre si mismo, y para los dominios de la
luz.

Emmanuel

El divorcio no pasa de ser un simple aplazamiento, en el
que se dan tregua por algún tiempo, mientras que ese
Espíritu irresponsable e inmaduro, tendrá que
compartir experiencias con otras personas que en algo han tenido
que ver, como también nuevas vinculaciones que para bien o
para mal, se encuentra en su camino evolutivo.

La reencarnación nos ofrece múltiples
oportunidades redentoras pero quizás una de las más
importantes es el de solucionar los desafectos de orden sexual Ya
hemos venido diciendo, que no importa cuanto tiempo se necesite,
o cuantas reencarnaciones hasta trasmutar el odio en el amor
sublime.

Gracias a esa maravillosa facultad de recordar
fragmentos de existencias pasadas, hemos podido comprobar con mi
esposa, que por lo menos fueron necesarias cinco reencarnaciones,
para alcanzar un clima de entendimiento que nos garantice la
culminación de nuestros compromisos
kármicos.

Faltaban quince días para nuestro compromiso
matrimonial cuando tuve un sueño en el que me vi como un
oficial Moro, en una batalla a las afueras de un poblado
Español mas o menos en el siglo XIV, según el
paisaje, la indumentaria de mi vestuario y mis
pertrechos.

Sufriendo una derrota del adversario, venia en retirada
por una cañada abajo y al aproximarme a un puente muy
parecido en su tamaño y diseño
arquitectónico al histórico puente de
Boyacá, observe un grupo de mujeres apostadas arriba, una
de estas me delató ante el enemigo. Viéndome
rodeado, desenvaine mi espada para batirme con ellos, prefiriendo
morir en lucha antes que caer en una mazmorra.

Esta regresión o verificación del registro
akásico me impresionó tanto, que en medio de mis
oraciones pedí al creador me permitiera la
repetición del sueño, para fijarme mejor en la Dama
que me había divulgado. Como gracia Divina, unos meses
después, se repitió la regresión en la que
tuve la oportunidad de parar el video, en el momento exacto del
señalamiento, descubriendo que mi delatora era la joven
que había contraído matrimonio con migo. Mas luego,
y en sucesivos sueños o regresiones, la encontré
vinculada a mí, como conyugue, en un País Oriental,
Turquía, en el viejo Oeste, y las ultimas dos aquí
en Colombia. En algunas de estas existencia me vi como el
infractor, y en otras viéndome abandonado o despreciado
por ella. Venimos pensando que todo esto no haya sido injusto,
pues tuvo que existir inmadures e irresponsabilidad mutua, que
nos vinculó por largos siglos en la rueda de las
reencarnaciones.

Los
hijos

Los lazos consanguíneos no crean forzosamente
los ligamentos entre los Espíritus.

El cuerpo procede del cuerpo, pero el
Espíritu no procede del Espíritu por cuanto el
espíritu ya existía antes de la formación
del cuerpo. No son los padres quienes crean al espíritu
del hijo; pues solamente les aporta para el involucro corporal,
cumpliéndole no en tanto en el desenvolvimiento
intelectual y moral del hijo, para hacerlo
progresar.

Del item 8, cap. XIV, de El Evangelio Según El
Espiritismo.

Entre las parejas, surge con frecuencia el problema
del abandono, por la cual el compañero abandonado es
condenado a la carencia afectiva

Criaturas integradas en la comunión
reciproca, o en la separación de la una o la otra, provoca
naturalmente en numerosas circunstancias, el colapso de las
fuerzas más intimas en aquella que se vio relegada al
escarnio o al olvido.

Es justo observar que toda criatura perjudicada
posee el derecho de renovar esfuerzos para su propia
recuperación.

Análogo principio prevalece en las
conjunciones del sentimiento, siempre afectados y con fines
determinados a propósito.

El compañero o la compañera menos
apreciada en el círculo domestico detiene la facultad de
rehacer las condiciones que juzgue necesarias a la propia
euforia, con base en la consciencia tranquila.

No existen obligaciones de cautiverio para nadie en
los fundamentos morales de la Creación. Un ser no dispone
de regalías para abusar impunemente del otro, sin que la
victima se vea espontáneamente libre de cualquier
compromiso para con el agresor. Por eso en materia afectiva, si
la unión sexual trae hijos al escenario
terrestre,
es razonable que las Leyes de la Vida reconozca la persona
afectada para el permiso de restablecer la armonía
vibratoria en su mundo emotivo, lógicamente dentro de la
ética que sustenta la tranquilidad de la vida intima por
lo tanto, esas mismas Leyes De La Vida, ruegan sin imponer, a las
victimas de la deslealtad o de la prepotencia que no renuncien al
deber de amparar a los hijos, notoriamente si ese hijo no
alcanzase la pubertad que le trazara comienzos para la
comprensión de los problemas sexuales que afligen a la
Humanidad.

Sobreviniendo semejantes crisis, encuentra en el
compañero retirado en desprecio una revisión
criteriosa del propio comportamiento para verificar hasta que
punto habrá provocado la agresión moral sufrida y
en adelante se reconozca culpable o no, que ante todo se rinda,
ala disculpa incondicional, ante el ofensor, fundiendo en el
corazón los títulos tiernos que aya concedido al
compañero o a la compañera de la comunión
sexual en el titulo de hermano o hermana, a la vez que todos
somos espíritus inmortales, ínter ligados ante
Dios, a través de los lazos de fraternidad real de lo que
aprenda el compañero moralmente damnificado que solo por
el olvido de las faltas mutuas es que nosotros nos dirigimos a la
definitiva sublimación y que ninguno de nosotros, los
hijos de la Tierra, esta en condiciones de acusar en los dominios
del sentimiento, por cuanto los virtuosos de hoy pueden haber
sido los caídos del ayer y los caídos de hoy
serán tal vez los victoriosos del mañana a quien
tengamos tal vez de rogar apoyo y
bendición.

Cuando la Justicia Eterna nos venga a abrir la
inmensidad de nuestros débitos, acumulados en existencias
que dejamos atrás, guardados en los archivos del
inconsciente y del tiempo.

Hombres o mujeres en abandono, si tienen hijos
pequeños, que se vuelvan por encima de todo para esas aves
aun tiernas de la alimentación domestica,
agasajándolas sobre las alas del entendimiento y de la
ternura, por amor a Dios y así mismos hasta que se
habiliten a los primeros contactos conscientes con la vida
terrestre, antes de ser aventuradas a la adopción de nueva
compañía; esto porque pueden usar la
atribución natural que les compete, en lo que se refiere a
posibles renovaciones, sin arriesgarse a agravar el problema de
los hijos necesitados de amparo y sin complicar la propia
situación frente al futuro.

Emmanuel

Cuando uno de los conyugues, o los dos en mutuo acuerdo
determinan la separación, bien sea por intolerancia o por
la ilusión de compartir su vida sexual con otra persona
que le atrajo por sus dotes de belleza corporal, por el dinero o
por cualquier otro motivo, tristemente no se piensa en el
daño que se hace a sus hijos, pues por lo regular ellos
son los mas afectados, siendo que el anhelo de estos, es el de
estar junto a sus progenitores y sentir la protección de
los dos. Se puede apreciar que lo más común, es que
son las madres las mas opción nadas a encargarse del
manejo y hasta la protección de sus retoños, pues
muchas de estas son poseedoras de gran fuerza de voluntad
responsabilidad y amor; virtudes ausentes en la mayoría de
los padres que desertan del hogar. Queremos hacer salvedad en
algunos pocos individuos que también luchan denodadamente
por auxiliar a sus hijos cuando su conyugue les
abandona.

Entre algunos casos conocidos, el que más nos
causó admiración, fue el de un campesino acerrador
que se encontraba confinado en lugar apartado y solitario de una
montaña selvática, dos horas de camino a pie, de
nuestro predio, a su humilde cabaña. Este fue abandonado
por su compañera, pues esta desertó sola,
dejándole a cargo cinco hijos; la menor de escasos cuatro
meses de edad, y el mayorcito de apenas once años
aproximadamente. A pesar de su rudo trabajo en el acerrío
y algunas tareas agrícolas, distribuía su tiempo
para los quehaceres domésticos y sin renunciar a su
compromiso, logró criar a sus hijos hasta verlos adultos.
Estos en la medida que se formaban iban emigrando hasta quedar
totalmente solo; pues quienes en adelante le endulzaban la vida,
fueron sus animales domésticos, en especial sus fieles
perros.

Alteraciones
afectivas

Los Espíritus de los Padres no ejercen
influencia sobre los hijos después del
nacimiento?

Una influencia muy grande, como decimos los, los
Espíritus debe concurrir para el progreso de unos a otros.
Pues bien! Los Espíritus de los Padres tienen por
misión en sus hijos la educación, y para ellos es
una tarea: si fallaren serán culpables.

Iitem n° 208 de El Libro de Los
Espíritus

Es común que se realteren las condiciones
afectivas, después que el navío de la unión
se aparta del cáliz del sueño para la
ampliación de las experiencias.

Se convierte entonces la experiencia en trabajo, y
se desnuda en problemas que la ilusión
ocultaba.

En muchos casos la dimensión de la
ilusión permanece intacta; por lo tanto, en la
mayoría de las posiciones, desminuye el calor en que se
calentaba el matrimonio en los primeros días del
consorcio.

Por lo tanto urge salvar la embarcación
amenazada de zozobra, bien sea por el choque de las rocas ocultas
de las dificultades morales o por el naufragio en las aguas
muertas del desencanto.

Compañero o compañera, en los
compromisos del hogar necesitan aprender en la escuela del amor,
reconociendo que por encima de la conjución corporal
fácil de concretarse, es urgente que la pareja se case en
espíritu y día a día siempre en
espíritu, para que no se inquieten al frente de las
modificaciones ocurridas, pues a la vez toda afinidad correcta en
las emociones del plano físico, evoluciona fatalmente para
el vínculo ideal, a experimentarse en la ternura
confíante de la amistad sin
límites.

Ya extinta la hoguera de la pasión en la
retorta de la organización doméstica, resulta luego
el oro vivo del amor puro, que se valoriza, cada vez más
de espíritu a espíritu, habilitando a la pareja
para un mejor destino en la vida superior. Eso ocurre porque los
hijos que surgen son igualmente piezas del matrimonio,
comprometiendo al hogar a recrearse de manera incesante, en
materia de instituto dirigido al trabajo de asistencia
reciproca.

En principio el cariño en el que comulgan los
dos, mas luego es repartido para mayor número de
participes del núcleo familiar, y ese mismo núcleo
de establecimiento casero, en muchas circunstancias, son los
asociados de la dulce hipnosis del enamoramiento y del
noviazgo,

Por lo regular, Espíritus vinculados al
matrimonio, en ocasiones mas fuerte al padre o viceversa, en la
vida Mayor se interesaban por la constitución de familia,
en fase a las propias necesidades de perfeccionamiento y rescate,
progreso y auto enmienda. Debido a eso, cooperaron en
acción positiva, para la aproximación de los
futuros padres. Aportando en casa, en los procesos de gravidez y
de la cuna reclamando naturalmente la cuota de cariño y
atención que le es
merecida.

En toda comunión profunda del hombre y de la
mujer en la formación del grupo doméstico, seguida
de hijos para compartirles la existencia, hay que contar con la
sublimación espontánea del impulso sexual, cabiendo
al compañero y a la compañera que le colocaran en
función adherir a los propósitos de la vida, que
todo renueve para engrandecer y perfeccionar.

En cuanto frecuentemente seamos recalcitrantes, en
la sustentación del amor egoísta, desvariado en
exigencias de toda especie, poco a poco terminamos entendiendo
que apenas el amor que sabiamente se divide, en bendiciones de
paz y de alegría para con los demás, es capaz de
multiplicar la verdadera felicidad.

Emmanuel

Hemos podido comprobar que aquellos hogares constituidos
de gran responsabilidad paternal y maternal, debido al permanente
contacto y relacionamiento con sus hijos, fructifican en
verdadero cariño, respeto y armonía. Lo contrario
ocurre con aquellos hogares bien abastecidos en que la
suntuosidad es sobresaliente, empero los hijos están al
cuidado de la empleada doméstica y en parte en las
instituciones educativas, habiendo muy poco tiempo para el
relacionamiento de padres e hijos.

Conquistar el amor de los hijos requiere de
análisis permanente, comprensión y un poco de
dedicación a ellos.

Es tan importante esto, que en el caso de hogares
reorganizados en los que se incorporan a los hijos del conyugue o
de la conyugue, o sea los "hijastros" que no son considerados
como los hijos biológicos de uno de los conyugues, se les
de el buen trato, que también reciben los del nuevo
matrimonio; de esta manera se asegurará la armonía
y la paz hogareña. Cuando sucede lo contrario debido a los
celos, el egoísmo, la indiferencia y la parcialidad, solo
se cultivan odios y resentimientos a corto y largo plazo, pues ni
los hijos biológicos, los adoptivos o extramatrimoniales
nos pertenecen, pues son prestamos de Dios nuestro padre,
haciendo que todo el componente familiar de manera mutua, se
convierta en instrumentos indispensables para la
superación.

Hace dieciocho años, mis hijos eran adolescentes.
Como sabemos, la adolescencia de los hijos por lo regular trae
complicaciones para los padres, al colmo de causar
decepción y desánimo.

Un día me sentí decepcionado; y en ese
estado anímico me entregué al
sueño.

En avanzadas horas de la noche, en estado proyectivo,
observe a un individuo desencarnado que ejerce como médico
en la espiritualidad, y cuya tarea es la de auxiliar en los
procesos de des-encarnación; Yo estaba seguro de
conocerle.

Traía un maletín en el que transporta el
instrumental necesario para esos menesteres. Cuando lo vi llegar,
comprendí que era para mí, esa atención
médica. Sentí gran preocupación por esta
inesperada visita.

Le pregunté!. –¿que viene hacer
aquí?. El sonrió y respondió:

–usted anocheció decepcionado y cansado como
padre de familia. Y como usted está viviendo una prorroga
concedida por misericordia Divina, vengo a facilitarle su
des-encarnación. Me dio mucho susto, y exclamé: –y
mis hijos! ¿Qué irá a pasar con mis hijos?
Nuevamente sonrió y respondió: ¿entonces si
entiende que tiene deberes y tareas que cumplir aún con la
familia?. Y habiendo dicho esto, se retiró.
Comprendí entonces, la importancia de llevar hasta el
final el compromiso familiar, y también comprendí
que no estaba preparado para la
des-encarnación.

Desajustes

"Sed indulgentes, mis amigos, por cuanto la indulgencia
atrae, calma, surge, al paso que el rigor desanima, aparta e
irrita",

Del iten 16 cap. X de " el Evangelio según el
Espiritismo".

Es común observarse que el casamiento
provisor repentinamente adolece.

Se desvela en la mala interpretación de los
cónyuges en la rutina de lo cotidiano. Conflictos,
molestias, desniveles, fallas de formación y
temperamento.

En ciertos lances de la experiencia, es la mujer que
se consorcio acreditando encontrar en el esposo el retrato
psicológico del padre, a quien se vinculó desde el
principio; en otros, es el hombre a exigir de la compañera
la continuidad de la genitora, a quien se unió desde la
vida fetal.

Ocurre, por eso, que el matrimonio es una quiebra de
amarras a través de la cual el navío de la
existencia larga el cáliz del muelle de los lazos
afectivos en que, por mucho tiempo, yacía apoyado. En el
viaje, que inician los dos, el compañero y la
compañera se revelarán, uno al frente del otro, tal
cual es y como se encuentran en la realidad, evidenciando, en
toda la extensión, los defectos y las virtudes que, por
ventura cargan. Desajustes y inadaptaciones que acostumbran
alimentar, amenazando la estabilidad de la embarcación
doméstica, arrojando al navegar en las aguas de la
experiencia.

Es razonable que se convoque el auxilio de
técnicas capaces de sanear las lesiones del barco en
peligro, como sean médicos y psicólogos, amigos y
consejeros, cuya contribución se revestirá siempre
de inapreciable valor; entretanto, al desenrollar
obstáculos y pruebas, el conocimiento de la
reencarnación ejerce encargo de importancia por trazar a
los interesados, nuevo campo de observaciones y reflexiones,
impeliéndolos a la tolerancia, sin la cual la
re-armonización provoca siempre más
lejos.

Hombre y mujer, usando la clave de semejante
entendimiento, pasan mecánicamente a reconocer que es
preciso desvincular y renovar sentimientos, empero en bases de
comprensión y serenidad, amor y paz.

Urge percibir que el "no"de la comunicación
afectiva no opera a fusión de los dos seres que lo
constituyen.

Cada pareja, en el ajuste, continúa siendo un
mundo para si. Y no siempre las características del uno se
afinan con el otro. De ahí la conveniencia de la mutua
aceptación, con la obligación de la mejoría
del compromiso. Para eso, no bastarán providencias de
superficie. Hay que internar el raciocinio en consideraciones mas
profundas para que las raíces del desequilibrio sean
arrancadas de la mente.

Aceptación, al problema. Forzoso admitir al
compañero o a la compañera como son o como se
alejan en la embarcación doméstica. y hecho eso, se
inicia la obra de la edificación o de la
reedificación recíproca.

Es obvio que conclusiones y actitudes no se imponen
en el campo mental; por lo tanto, no se arrepentirá quien
se disponga a estudiar los principios de la reencarnación
y de la responsabilidad individual en el propio
camino.

Se obtiene de la vida lo que se le da, se coge lo
material del plantío.

Habitualmente, el hombre recibe a la mujer, como la
dejó y en el punto en que la dejó en el pasado
próximo; esto es, en las estancias del tiempo que se fue
para el continuismo de la obra de rescate o de elevación
en el tiempo de ahora, sucediendo lo mismo referentemente a la
mujer respecto al marido.

El compañero desorientado, enfermo o infiel,
es aquel hombre que la compañera, en existencias
anteriores, condujo a la perturbación, a la enfermedad o a
la deslealtad., a través de actitudes que lo
segregarán en deplorables estados compulsivos; y la
compañera en esas condiciones, consubstancia necesidades y
pruebas de la misma especie.

Sea cual fuere el motivo en que el tedio se
fundamente, recorran los compañeros imantados en mutua
asociación en el hogar al apoyo recíproco
más profundo y más intensivo. Con eso,
estarán en justa defensa de la armonía
íntima, sin castigar el propio cuerpo. Y se
reeducarán, sin hostilizar los que, por ventura, les
demuestren afecto, mas acogiéndolos, no mas en la
condición de cómplices de las aventuras
deprimentes, a que se rendirán en otrora, y si por
hermanos queridos, con que podemos fundirnos, en espíritu,
en el más alto amor espiritual.

Emmanuel

Tedio en el
hogar

""pregunta ___¿ una vez que los
Espíritus simpáticos son inducidos a unirse
conyugalmente, en algunos casos, frecuentemente sólo de
una parte hay afección y sincero amor y sin embargo se ve
acogido con indiferencia y hasta con
repulsión?"

Como es posible, que la mas viva afección de
dos seres pueda cambiar en antipatía y hasta en
odio?".

Respuesta__¿ no comprendéis, entonces,
que eso constituye una punición, aunque pasajera?
Después, cuantos acreditan amar apasionadamente, porque
apenas juzgan por las apariencias, y que, obligados a vivir con
las personas a quien aman, y no tardan en reconocer que solo
experimentarán un encantamiento material, sensual? No
vasta una persona estar enamorada de otra que le agrade y en
quien supone bellas cualidades. Viviendo realmente con ella, es
que podrá apreciarla. Tanto así que, en muchas
uniones que en el principio parecen destinadas a nunca ser
simpáticas, después de haberse conocido y estudiado
bien, acaban por consagrarse recíprocamente en un duradero
y eterno amor, porque registran mutuamente la estima y los
valores; no se olvidará de que es el Espíritu quien
ama y no el cuerpo, después de disipada la ilusión
material, el Espíritu viene a ver la
realidad.

Hay dos especies de afecciones: la de la carne y la
del alma, cuando pura y simpática, la afección del
alma es duradera; efímera la del cuerpo. De ahí
bien que, muchas veces, los que juzgan amarse con eterno amor
pasan a odiarse, hasta que la ilusión se
deshaga."

Item n° 939 del "El Libro de los
Espíritus"

Entre muchas parejas de criaturas comprometidas en
los ajustes del corazón, el tedio aflige, recordando
ácido inesperado, asediando la vida en
común.

Algunas veces, es el compañero que se arroja
en la indiferencia, otra es la compañera a la frialdad o
al abandono.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter